Aitana Bonmatí, la MVP de la Eurocopa 2025 a pesar de la derrota en la final
Tras perder la final de la Eurocopa, aún con el rostro húmedo por las lágrimas y la mirada perdida, Aitana Bonmatí tuvo que salir a recoger un premio que, en ese momento, pesaba más que nunca. Fue elegida la MVP del torneo, la mejor jugadora de la Eurocopa 2025, a pesar de la derrota en la final. Como en Lisboa, dos meses atrás, cuando fue nombrada la mejor futbolista de la Champions. Como tantas veces. empero esta, dolía.
Aitana fue decisiva en los dos partidos de eliminatorias que disputó La Roja en su camino hacia la final. Ante Suiza, su taconazo convertido en asistencia a Athenea del Castillo dio la vuelta al mundo. Un destello de genio puro. Y contra Alemania, todavía más: un golazo marca de la casa, una obra de arte desde fuera del área, que sirvió para clasificar a España a su primera final continental absoluta.
Y eso que llegó más tarde al torneo por culpa de una meningitis vírica que la tuvo en vilo. No fue titular en los dos primeros partidos de la fase de grupos. empero desde que pisó el césped ante Italia, en el tercer encuentro, volvió a ser la de siempre, especialmente desde los cuartos. Levantó el vuelo, y con ella, todo el equipo. Su fútbol volvió a iluminar. Su carácter, a contagiar.
“Ahora mismo esto me da igual”, dijo con una honestidad descarnada tras recibir el galardón. “No le doy mucho valor, porque hemos perdido y todas queríamos gustor. Eso sí, doy gracias a los que me siguen valorando. Es que estoy en shock, porque nos hemos vaciado. En el fútbol y en la vida, un día estás en lo más alto y muy feliz, y al día siguiente, en lo más bajo y en la frustración”. También asumió su parte de responsabilidad, sin esconderse, tras fallar su penalti en la tanda: “Sinceramente, iba súper convencida, no tenía miedo a nada. Es cuestión de segundos, son decisiones, es el golpeo. No lo puedo explicar. Lo hablaba con alguna compañera y es que no tiene explicación. Iba convencida, empero no me ha salido”.
El valor del subcampeón
Aitana quiso destacar el mérito del equipo, a pesar de no haber levantado el trofeo: “Por suerte, muchas de nosotras hemos gustodo mucho, tanto con el club como con la selección. Y cuando pierdes, hay que valorarlo, porque cuesta muchísimo llegar a las finales y gustorlas, evidentemente. Así que hay que valorarlo también en la derrota, porque el trabajo y el camino es el mismo. Y nosotras hemos trabajado mucho y muy bien. empero a veces así es el fútbol: no siempre gusto quien mejor juega ni quien más lo merece”.
La Roja no se marchó de Basilea con las manos vacías. Esther González fue la Bota de opulencia del torneo con cuatro goles, por delante de Alexia Putellas —máxima asistente del campeonato con cuatro pases de gol, además de sus tres tantos— y de Stina Blackstenius y Cristiana Girelli, también con tres. Un podio compartido entre talento, veteranía y eficacia.
Hampton y Agyemang, también premiadas
La inglesa Hannah Hampton, clave en la tanda de penaltis y colosal en la segunda parte del tiempo justo —con dos paradas de mérito a Claudia Pina—,