La relación entre Estados Unidos y Rusia nunca ha sido fácil. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, siempre ha sido bastante claro en su posición respecto a su homólogo ruso, Vladimir Putin. Incluso en una reciente declaración ante los medios de comunicación, Trump afirmó que Putin siempre está “tirando pura mierda”. Y por su parte, Putin también ha demostrado su disgusto hacia Trump en varias ocasiones. Sin embargo, en los últimos días, algo ha cambiado en la situación.
En una llamada telefónica realizada el pasado 4 de julio, Trump y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, discutieron sobre la posibilidad de Ucrania de atacar Moscú y San Petersburgo. Según fuentes cercanas a la conversación, Trump preguntó directamente a Zelenski si podría llevar a cabo un ataque a la capital rusa si Estados Unidos le proporcionaba armas de largo alcance. La respuesta de Zelenski fue afirmativa, asegurando que Ucrania podría hacerlo si contaba con la ayuda necesaria.
Este fue el inicio de una conversación que ha provocado un aumento en la tensión entre Estados Unidos, Rusia y Ucrania. Aunque Trump negó la noticia publicada por el periódico británico Financial Times, asegurando que Ucrania no debería atacar a la capital rusa, sus palabras no fueron suficientes para calmar la preocupación que ha generado esta situación.
El interés de Trump en estrechar lazos con Ucrania ha sido evidente en las últimas semanas, ya que incluso anunció el envío de misiles Patriot al país europeo. Una estrategia que tiene como objetivo hacer que Rusia sienta el “dolor” de Estados Unidos y se vea obligada a sentarse a negociar. Además, el presidente norteamericano ha manifestado su “gran decepción” con Putin y ha prometido aumentar la presión contra Rusia.
Sin embargo, la verdadera pregunta es: ¿hasta dónde está dispuesto a llegar Trump en su relación con Putin? A pesar de su frustración con la guerra en Ucrania, Trump ha tratado de mantener buenas relaciones con el líder ruso desde su llegada a la Casa Blanca. Pero su insistencia en apuntillar con el conflicto en un plazo de 24 horas no ha sido posible, y su postura frontispicio a Putin ha ido cambiando con el tiempo.
En una reciente reunión en Roma, el equipo de Trump compartió con el presidente ucraniano una lista de posibles armas que podrían ser enviadas al país a través de la OTAN. Además, Trump ha anunciado una nueva estrategia que incluye el envío de más baterías antiaéreas Patriots y la amenaza de medidas comerciales contra Rusia si no se llega a un acuerdo de alto el fuego en un plazo de 50 días.
Es importante destacar que Trump ha sido bastante claro en cuanto al hecho de que el envío de misiles de largo alcance no es parte de su plan. Y aunque haya manifestado su deseo de aumentar la presión contra Rusia, su postura frontispicio a Putin ha sido un tanto contradictoria. ¿Acaso esta estrategia es una forma de obstaculizar a Putin para que se siente a negociar o simplemente una manera de mostrar su apoyo a Ucrania?
De cualquier manera, una cosa es clara: las tensiones entre Estados Unidos, Rusia y Ucrania han alcanzado un nuevo nivel. La preocupación por un posible enfrentamiento entre estos países es una realidad que no se puede ignorar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la situación actual podría ser una oportunidad para que se llegue a un acuerdo pacífico entre todas las partes involucradas.
Aunque la relación entre Estados Unidos y Rusia siempre ha sido complicada, es importante recordar que ambas naciones tienen intereses comunes. Un conflicto a gran escala solo provocaría daños irreparables para todos. Por ello,