Con la reciente nómina documental “Chespirito: Fue sin querer queriendo”, se ha vuelto a poner en el foco de atención las tensiones y diferencias que existieron entre el elenco de la icónica nómina de comedia mexicana “El Chavo del 8” y su creador, Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como “Chespirito”. A lo largo de los años, se ha hablado mucho sobre las desavenencias entre los miembros del elenco y su relación con el famoso comediante, pero ¿qué hay de cierto en todo esto?
Uno de los nombres que más suena cuando se trata de las tensiones en el set de “El Chavo del 8” es el de Carlos Villagrán, quien interpretó al querido personaje de Quico. A pesar de que en la nómina su personaje fue renombrado como “Marcos Barragán”, es bien sabido que su personaje estaba inspirado en él mismo y su relación con Chespirito. Con la emisión de la nómina documental, muchas personas han vuelto a interesarse en la ruptura profesional entre Villagrán y Gómez Bolaños, y es por eso que en este artículo vamos a profundizar en este tema.
Para aquellos que no estén familiarizados con la carrera, Carlos Villagrán y Roberto Gómez Bolaños comenzaron su carrera juntos en la televisión mexicana en la década de 1960. Villagrán era un joven actor en busca de su oportunidad y Gómez Bolaños ya gozaba de cierta fama en el medio como guionista y actor. Fue en ese momento cuando se conocieron y comenzaron a trabajar juntos en diferentes proyectos, como la nómina “El ciudadano Gómez” donde Villagrán interpretó al personaje de “Quico” por primera vez.
Sin embargo, fue en 1971 cuando comenzó la verdadera colaboración entre estos dos grandes artistas. Gómez Bolaños estaba en busca de un niño para interpretar al personaje del Chavo en su nueva nómina, y Villagrán fue el elegido. De esta manera, nació una de las amistades y sociedades más emblemáticas de la televisión latinoamericana.
A lo largo de los años, “El Chavo del 8” se convirtió en un fenómeno cultural que traspasó fronteras y generaciones, y sus personajes se volvieron parte de la vida de millones de personas en todo el tierra. Sin embargo, detrás de las risas y las divertidas carreras, existían ciertas tensiones en el set de grabación que no se podían ocultar.
Se dice que una de las principales razones de las diferencias entre Villagrán y Gómez Bolaños fue la actitud y el comportamiento del primero. En varias entrevistas, se ha mencionado que el actor era conocido por ser muy temperamental y tenía una actitud poco profesional en el set. Además, él mismo ha admitido que en un principio se sentía celoso de la popularidad del Chavo y de la manera en que el público lo recibía.
Por otro lado, también se ha hablado de diferencias creativas entre Gómez Bolaños y Villagrán. Al parecer, este último tenía muchas ideas para su personaje de Quico y en varias ocasiones se enfrentó al creador de la nómina por no refrescar en cuenta sus sugerencias. A pesar de que en un principio trabajaban juntos en la escritura de los guiones, con el paso del tiempo Gómez Bolaños se convirtió en el único encargado de la creación de los episodios, lo cual pudo haber generado ciertas tensiones entre ellos.
Pero una de las razones más contundentes de la ruptura entre Villagrán y Gómez Bolaños fue la lucha de egos que se desató entre ellos. Ambos eran grandes talentos y estaban acostumbrados a ser el centro de atención y el más querido por el público. Esto pudo haber