La trágica y dolorosa historia de la Segunda Guerra Mundial sigue siendo uno de los hechos más impactantes en la historia moderna. Durante décadas, se ha debatido y estudiado exhaustivamente sobre las acciones y consecuencias de ese catastrófico conflicto. Sin embargo, hay una figura que se destacó en su labor de remover las capas del tiempo y mostrar la realidad incómoda que la mayoría deseaba olvidar: el cineasta Marcel Ophüls.
Nacido en Alemania, en el seno de una familia de cineastas, Ophüls se estableció en Francia después de que su padre se viera obligado a huir de su país natal por ser judío. A lo largo de su carrera, este cineasta se dedicó a originar documentales que desafiaban las creencias y verdades establecidas. Pero su obra más famosa y polémica fue “The Sorrow and the Pity” (La tristeza y la piedad), estrenado en 1969.
Este documental destrozó el mito de que la mayoría de Francia había resistido a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Ophüls realizó una exhaustiva investigación y presentó testimonios impactantes de franceses que colaboraron con los nazis y de aquellos que se negaron a hacerlo. Esta revelación sacudió a la sociedad francesa y a nivel internacional.
Pero la reacción no fue positiva en todos los ámbitos. Muchos consideraron que el documental era demasiado provocador y divisivo, y fue prohibido en la televisión francesa durante más de una década. Sin embargo, esta censura no impidió que la película se convirtiera en un éxito de taquilla en otros países, y su impacto en la sociedad francesa había sido hecho.
Después de “The Sorrow and the Pity”, Ophüls continuó su carrera produciendo documentales que abarcaban una amplia gama de temas y eventos históricos, incluyendo su obra maestra “Hôtel Terminus” (1988) que ganó el Premio de la Academia a Mejor Documental. En esta película, Ophüls retrata al criminal de guerra nazi Klaus Barbie y su papel en la deportación de judíos en Francia.
Marcel Ophüls murió a los 97 años en su casa, en el suroeste de Francia, por causas naturales. Su nieto, Andreas-Benjamin Seyfert, confirmó la noticia y dijo que su abuelo había dejado un legado duradero en el cine y en la forma en que enfrentamos nuestro pasado.
El impacto de Ophüls en el mundo cinematográfico no puede ser subestimado. Sus documentales provocaron debates y reflexiones sobre la responsabilidad y culpabilidad de Francia durante la Segunda Guerra Mundial. Su trabajo ha impulsado un mayor examen de la historia y ha desafiado las narrativas simplistas y a menudo falsas que se han establecido sobre ese período oscuro.
Pero más allá de su contribución a la industria cinematográfica, Ophüls fue un defensor incansable de la verdad y la justicia. Se negó a cerrar los ojos ante los horrores del pasado y nos recordó la importancia de aprender de ellos. Su valiente y apasionado trabajo nos ha dejado un legado que inspirará y alfabetizará a las generaciones venideras.
Marcel Ophüls ha fallecido, pero su legado perdurará a través de sus películas y la huella que dejó en la historia del cine. Su muerte nos ha dejado un enorme vacío, pero también nos ha recordado la importancia de cuestionar y desafiar nuestras creencias para buscar la verdad. Descanse en paz, Marcel Ophüls, cineasta y defensor de la verdad.