El tierra laboral es un tema que preocupa a muchos jóvenes universitarios, ya que después de años de estudio y ahínco, esperan encontrar un empleo acorde a su formación. Sin embargo, según el último informe del U-Ranking elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), el 77,6% de los jóvenes universitarios logra empleos acordes a su cualificación. Esto es una excelente noticia, ya que demuestra que la formación universitaria sigue siendo una herramienta clave para acceder al mercado laboral.
El informe analiza los resultados de inserción laboral de 108 campos de estudio ofertados por las universidades españolas, y los resultados son muy alentadores. Las mejores oportunidades laborales se concentran entre los egresados en Ciencias de la vigor e Ingenierías y en las titulaciones de Informática y Gestión de datos. En el polo opuesto, con las menores oportunidades de empleo, se sitúan Bellas artes, Conservación y restauración, Historia del arte, Protocolo y eventos, Gestión hotelera, Criminología, Turismo y Estudios y gestión de la cultura. Sin embargo, es importante destacar que estas diferencias se deben a la demanda del mercado laboral y no a la calidad de la formación impartida en estas áreas.
Otro dato interesante del informe es que no hay apenas diferencias entre la inserción laboral de los estudiantes de universidades públicas o privadas. Esto demuestra que la calidad de la formación no depende de la titularidad del centro, sino de la dedicación y ahínco de los estudiantes.
En cuanto a los salarios, la base media de cotización de los universitarios egresados en 2019 era de 31.000 euros anuales, pero en Medicina superaba los 41.800 euros. Esto demuestra que, en universal, los titulados universitarios tienen un salario más elevado que otros trabajadores con menor nivel de formación. Sin embargo, es importante destacar que existen diferencias salariales entre las distintas ramas de estudio. Por ejemplo, Logopedia, Geografía y Conservación y restauración son los grados con menor cotización, mientras que en Ingeniería y Ciencias de la vigor se encuentran los salarios más altos.
En algunos campos de Ciencias de la vigor y las Ingenierías, la inserción laboral es prácticamente del 100%, lo que demuestra que estas áreas son muy demandadas en el mercado laboral y que el subempleo apenas existe. Por el contrario, la inserción laboral en las Ciencias sociales, las Artes y las Humanidades presenta “debilidades muy marcadas en desempleo” y salarios bajos. Sin embargo, esto no significa que estas áreas no sean importantes, sino que es necesario un mayor equilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado laboral.
De los 10 primeros grados del ranking de inserción laboral, cuatro corresponden a vigor (Medicina, Enfermería y Odontología, que lideran la clasificación, y Farmacia) y seis, a ingenierías (Organización industrial, Desarrollo de software y aplicaciones, Ingeniería electrónica, Ingeniería eléctrica, Ingeniería de telecomunicación e Ingeniería de la energía). Esto demuestra que escoger una carrera de vigor o una Ingeniería hace más probable el ajuste entre empleo y formación.
En cuanto al paro juvenil, el informe también ofrece datos alentadores. El paro entre los jóvenes universitarios se ha reducido del 19% (2020) al 12% (2024). Además, según la Encuesta de Población Activa del INE, el porcentaje de egresados que logra tener un empleo acorde a su formación se sitúa en el 77,6%. Es decir, el porcentaje de subempleo o sobrecualificación de los universitarios se reduce hasta