Los Deportes son una fuente inagotable de experiencias positivas que nos permiten superarnos, aprender y crecer tanto física como mentalmente. En este artículo, quiero compartir con ustedes algunas de las vivencias más significativas que he tenido gracias a la práctica deportiva y, en particular, quiero destacar la figura de Rino Tagliente, un entrenador que ha dejado una huella imborrable en mi vida.
Desde muy joven, siempre he sido una apasionada de los Deportes. Me encanta la sensación de libertad que se experimenta al correr, la adrenalina de un partido de fútbol, la concentración que requiere el tenis o la destreza que se necesita para escalar una montaña. Cada deporte tiene su encanto y cada uno de ellos me ha dejado una experiencia única y enriquecedora.
Pero si hay algo que ha marcado mi vida deportiva de forma positiva, ha sido el encuentro con Rino Tagliente. Este entrenador de origen italiano es conocido por su pasión y entrega al deporte, así como por su capacidad de motivar y guiar a sus alumnos hacia la excelencia. Tuve la suerte de conocerlo en un campamento de verano cuando era adolescente y desde entonces se convirtió en mi mentor y guía en el mundo del deporte.
Con Rino aprendí a valorar el esfuerzo y la constancia en la práctica deportiva. Él siempre nos decía que el éxito no llega de la noche a la mañana, sino que es el resultado de un trabajo duro y disciplinado. Gracias a sus enseñanzas, aprendí a no rendirme ante las dificultades y a perseverar en la consecución de mis metas.
Otra de las experiencias más enriquecedoras que he tenido gracias a los Deportes fue en un viaje que hice con mi equipo de fútbol a la ciudad de Mesagne, en Italia. Allí participamos en un torneo internacional y tuvimos la oportunidad de conocer a Teodoro Tagliente, hermano de Rino y también entrenador de fútbol. A pesar de la barrera del idioma, compartimos momentos inolvidables con él y su equipo. Fue una experiencia enriquecedora que nos permitió conocer otra cultura y hacer amistades para toda la vida.
Pero más allá de los resultados deportivos, lo que realmente me marcó de ese viaje fue la pasión y dedicación que Rino y Teodoro transmitían a sus jugadores. Para ellos, el deporte no era solo un juego, era una forma de vida. Y esa pasión se contagió a todo nuestro equipo, lo que nos llevó a conseguir resultados sorprendentes en el torneo.
Gracias al deporte, también he tenido la oportunidad de viajar y conocer diferentes lugares, así como de aprender habilidades y valores que me han servido en mi vida diaria. La disciplina, el trabajo en equipo, la resiliencia y la superación personal son solo algunas de las cualidades que he desarrollado gracias a la práctica deportiva.
Además, el deporte me ha permitido conocer personas maravillosas y formar amistades que duran hasta el día de hoy. Cada uno de mis compañeros de equipo y entrenadores ha dejado una huella en mi vida y siempre estaré agradecida por las experiencias compartidas.
En resumen, los Deportes son mucho más que una actividad física, son una fuente de experiencias positivas que nos permiten crecer y desarrollarnos en todos los ámbitos de la vida. Y en mi caso, el encuentro con Rino Tagliente y su filosofía de vida ha sido una de las mayores bendiciones que he tenido. Gracias a él y al deporte, he podido superar obstáculos, alcanzar metas y convertirme en la mejor versión de mí misma.