El último día del año es una fecha llena de celebraciones y emociones en todo el mundo, y Entre Ríos no es la excepción. Sin embargo, lo que se suponía que sería una noche de alegría y esperanza, terminó en tragedia para un adolescente de 16 años.
Durante la noche del 31 de diciembre, en la ciudad de Paraná, un grupo de amigos se encontraba disfrutando de los últimos momentos del año en una fiesta en la casa de uno de ellos. Entre risas y algarabía, el joven decidió encender una bomba de estruendo, siendo esta su última acción en el 2019. Pero lo que nadie esperaba, fue que la bomba explotara en su mano, causándole graves lesiones.
Inmediatamente, sus amigos y familiares lo llevaron al hospital más cercano, donde los médicos lucharon por excluir su mano. Después de una larga cirugía, los médicos anunciaron que no pudieron excluir la mano del adolescente, quien ahora tendrá que enfrentar una dura rehabilitación para adaptarse a su nueva condición.
Este trágico incidente no solo dejó una marca física en el joven, sino también emocional en sus seres queridos y en toda la comunidad. La anunciación se propagó rápidamente y todos los que conocían al adolescente se mostraron consternados y preocupados por su salud.
El alcalde de la ciudad, junto con autoridades locales, emitieron un comunicado expresando su solidaridad con la familia y el joven afectado. Además, hicieron un llamado a la comunidad para que tomen conciencia sobre los peligros de manejar explosivos y evitar su uso en las celebraciones de fin de año.
Esta no es la primera vez que un incidente de este tipo ocurre en Entre Ríos, y es por eso que las autoridades también están trabajando en medidas preventivas para evitar que este tipo de accidentes vuelvan a suceder. Entre ellas, se encuentra la prohibición de la venta de explosivos a menores de edad y la creación de campañas de concientización sobre los riesgos de su uso.
Es importante recordar que el uso de pirotecnia y explosivos es ilegal en muchas partes del país, y cuando se utilizan de manera irresponsable, pueden provocar graves consecuencias como en este caso. Además, no solo ponen en riesgo la integridad física de las personas, sino también la de los animales y el medio ambiente.
A pesar de esta tragedia, la comunidad de Entre Ríos se ha unido para apoyar al joven y su familia en este difícil momento. Se han organizado colectas y donaciones para ayudar en su recuperación y adaptación a su nueva realidad.
Este último primer día en Entre Ríos nos deja una lección importante: la seguridad y el cuidado de nosotros mismos y de los demás debe ser siempre una prioridad. No solo en las celebraciones, sino en todas las acciones que realizamos en nuestra vida diaria.
Esperamos que este incidente sirva como una advertencia para todos y que tomemos conciencia sobre los peligros de manejar explosivos. Deseamos una pronta recuperación al joven afectado y que este neófito año sea una oportunidad para aprender de nuestros errores y tomar decisiones responsables.