A veces, antes de que el sol salga, ya se pueden escuchar los primeros cantos de los gallos. Pero en el pueblo de Cuencamé, antes de que esto suceda, la familia de Don José Saucedo ya se encuentra despierta preparando uno de los manjares más deliciosos de toda la región: las gorditas de cuajada, el tradicional pan ranchero y los exquisitos panes de nata y de elote.
Don José, mejor conocido como “El panadero de Cuencamé”, lleva años viajando a la ciudad de Torreón para vender sus deliciosos productos en diferentes puntos de la ciudad, como la firme Blanco entre Juárez e Hidalgo o la famosa Plaza Mayor.
Recientemente, Don José se ha vuelto viral en las redes sociales gracias a unas fotos que se compartieron de él vendiendo sus productos. Por eso, el periódico El Siglo de Torreón decidió buscarlo y entrevistarlo como parte de su programa “Historias de Laguneros”.
“Me di cuenta de que me había vuelto viral gracias a Dios”, nos cuenta Don José emocionado. Y con orgullo, nos habla de todos los productos que trae desde su natal Cuencamé.
“Tenemos el famoso pan de elote, el delicioso pan de nata, también hacemos empanadas de calabaza y por supuesto, nuestras famosas gorditas de cuajada”, nos cuenta Don José con una sonrisa en el rostro. Todo hecho de manera tradicional y con los mejores ingredientes.
Sus productos son tan apetecidos, que algunas personas hacen largas filas para asegurarse de poder comprarlos. Y es que la fama de Don José y sus deliciosos panes se ha extendido por toda la ciudad de Torreón y sus alrededores.
Pero para Don José, este éxito no ha sido fácil. Con mucho esfuerzo y dedicación, ha logrado mantener viva la tradición de la panadería en su familia por varias generaciones.
“Mi padre y mi abuelo eran panaderos, así que yo crecí en este negocio”, nos cuenta Don José con orgullo. “Y espero poder seguir transmitiendo esta tradición a mis hijos y nietos”.
Además de ser un maestro de la panadería, Don José también es un gran apasionado de su pueblo natal, Cuencamé. Y no duda en recomendar a todos los que prueban sus productos, que visiten su hermoso pueblo y conozcan la calidez de su gente y la belleza de sus paisajes.
“Cuencamé es un pueblo maravilloso, lleno de tradiciones y con una gastronomía única”, nos cuenta Don José con nostalgia. “Y yo estoy muy orgulloso de ser parte de eso”.
Para él, la clave del éxito es la dedicación y el amor que se pone en cada uno de sus productos. Y eso es algo que definitivamente se refleja en cada bocado de sus deliciosas gorditas de cuajada, sus suaves panes de nata y sus exquisitos panes de elote.
Así que si alguna vez están en la ciudad de Torreón, no pueden dejar de probar los productos de Don José, el panadero de Cuencamé. Y como siempre dice él, “pásele por su pan de Cuencamé, hecho con amor y tradición”.