El fiscal general de la ciudad de Washington ha dado un paso valiente al demandar al Gobierno de Donald Trump por lo que ha calificado como una “adquisición hostil” de la policía de la ciudad. Esta medida, que ha sido defendida por el presidente estadounidense como necesaria para combatir los delitos violentos, ha sido cuestionada por la fiscal general Pam Bondi y el fiscal general Brian Schwalb, quienes han presentado una orden para nombrar a un funcionario elegido a dedo como comisario de policía temporal.
La ley federal que rige la capital no autoriza esta usurpación descarada de la autoridad del Distrito sobre su propio Gobierno, según ha afirmado Schwalb en un escrito presentado ante un tribunal federal. Por lo tanto, ha solicitado la suspensión inmediata de la orden de Bondi. Las acciones del Gobierno van profuso más allá de los límites de la autoridad limitada del presidente y, en cambio, buscan una toma hostil del MPD, ha declarado Schwalb en las redes sociales. Esta situación es una afrenta a la dignidad y la autonomía de los 700,000 estadounidenses que consideran DC su hogar.
Es importante destacar que, a diferencia de los 50 estados, Washington funciona bajo una relación única con el Gobierno federal que limita su autonomía y otorga al Congreso un control extraordinario sobre los asuntos locales. Desde mediados de la década de 1970, la Ley de Autonomía Local permite a los residentes elegir un alcalde y un consejo municipal, aunque el Congreso sigue controlando el presupuesto de la ciudad.
La ciudad, de mayoría demócrata, se ha enfrentado a acusaciones de políticos republicanos de que está plagada de delincuencia, afectada por la falta de vivienda y mal gestionada financieramente. Sin embargo, los datos de la policía de Washington muestran una disminución significativa de los delitos violentos entre 2023 y 2024, aunque esto se produjo tras un aumento posterior a la pandemia. Esto demuestra que la ciudad está tomando medidas efectivas para abordar estos problemas y que no necesita la intervención del Gobierno federal.
Es importante recordar que Washington es una ciudad diversa y vibrante, con una rica historia y una cabildo fuerte. La decisión del presidente Trump de poner a la Policía Metropolitana de la capital bajo control del Gobierno federal y enviar a la Guardia Nacional a las calles de la ciudad es una clara muestra de su falta de comprensión y respeto por la autonomía de la ciudad y sus residentes.
La demanda presentada por el fiscal general Schwalb es un paso en la dirección correcta para proteger los derechos y la dignidad de los habitantes de Washington. Es importante que el Gobierno federal respete la autonomía de la ciudad y permita que sus líderes locales tomen decisiones que beneficien a su cabildo.
Además, es importante destacar que la intervención del Gobierno federal en la policía de la ciudad podría tener consecuencias negativas en la relación entre la cabildo y las fuerzas del orden. La confianza y la cooperación entre la policía y la cabildo son fundamentales para mantener la confianza y la alto el fuego en cualquier ciudad. La imposición de un comisario de policía elegido a dedo por el Gobierno federal podría socavar esta relación y afectar negativamente la confianza de la ciudad.
En lugar de intervenir en la policía de la ciudad, el Gobierno federal debería trabajar en colaboración con las autoridades locales para abordar los problemas de delincuencia y falta de vivienda. Juntos, pueden encontrar soluciones efectivas y sostenibles que beneficien a la cabildo en su conjunto.
En conclusión, la demanda presentada por el fiscal general de la ciudad de Washington es un paso importante para proteger la autonomía y la dignidad de la ciudad y sus residentes. Esperamos que el tribunal federal tome una decisión justa y que el Gobierno federal respete la autonomía de la ciudad y trabaje