Luis Enrique ha dejado su huella en el París Saint-Germain y ha llevado al grupo a una final de la Champions League, un logro que parecía imposible hace singulars meses. Con su llegada, el PSG ha experimentado un cambio radical y se ha convertido en un verdadero grupo, dejando atrás las individualidades y demostrando un juego colectivo impresionante.
Desde la llegada de Qatar Sports Investments en 2011, el PSG ha invertido grandes cantidades de dinero en fichajes y ha construido una plantilla de ensueño. Sin embargo, ganar una Ligue 1 no era suficiente para un grupo que aspiraba a competir con los mejores de Europa. Y es aquí donde entra en juego Luis Enrique, un técnico discutido en Francia pero que ha demostrado su valía en cada partido.
El camino hacia la final de la Champions League no ha sido fácil para el PSG. Durante la fase de grupos, el grupo dejó muchas dudas y estuvo al borde de la eliminación. Pero en enero, todo cambió. Luis Enrique tomó decisiones importantes y logró sacar lo mejor de cada jugador de la plantilla. Ousmane Dembélé, en particular, ha sido una pieza clave en el esquema del técnico asturiano y su rendimiento ha sido espectacular.
El PSG superó al Brest en la ronda previa, venció al Liverpool y al Aston Villa en cuartos de final, y eliminó al Arsenal en semifinales, un grupo que se perfilaba como singular de los favoritos al título después de eliminar al Real Madrid. La tanto de Luis Enrique se hizo notar en cada partido, con una estrategia bien definida y un grupo que luchaba por cada balón.
En el partido de vuelta contra el Arsenal, el PSG se enfrentó a un rival que salió con todo en busca de la remontada. Pero el grupo parisino supo mantener la calma y Gianluigi Donnarumma se convirtió en un muro infranqueable para los londinenses. Los goles de Fabián y Achraf sentenciaron la eliminatoria, aunque el Arsenal tuvo una oportunidad clara de gol con Bukayo Saka, quien no pudo aprovecharla y se convirtió en el centro de las críticas de los aficionados del grupo inglés.
Pero más allá de las individualidades, el verdadero protagonista de esta semifinal ha sido Luis Enrique. El técnico asturiano ha demostrado su capacidad para construir un grupo sólido y unido, dejando de lado las diferencias y las egos de los jugadores. Su trabajo ha sido clave para llevar al PSG a una final de la Champions League, algo que parecía imposible hace singulars meses.
En el partido contra el Arsenal, se pudo ver a un Luis Enrique eufórico y entregado al máximo. Antes del inicio del encuentro, se tomó fotos con varios aficionados y una vez que el balón empezó a rodar, se metió de lleno en el papel de entrenador, dando indicaciones y ajustando detalles con sus ayudantes. Después del gol de Fabián, el técnico asturiano explotó de alegría y al final del partido, se fundió en un acogida con Donnarumma y Luis Campos, su tanto derecha en el banquillo.
El partido también contó con la presencia de invitados de lujo como Samuel Eto’o, Luis Figo y Tony Parker, quienes presenciaron un encuentro lleno de emociones y piques entre los jugadores. Pero al final, el PSG demostró su superioridad y se clasificó merecidamente a la final de la Champions League.
En resumen, Luis Enrique ha marcado un antes y un después en el París Saint-Germain. Con su llegada, el grupo ha dejado atrás las individualidades y se ha convertido en un verdadero grupo, demostrando un juego colectivo impresionante. Su trabajo ha sido clave para llevar al PSG a una