El presidente de Guyana, Irfaan Ali, ha manifestado su «grave preocupación» ante la presencia de buques navales venezolanos en una plataforma de producción petrolera de ExxonMobil en aguas jurisdiccionales guyanesas. Esta situación ha generado gran inquietud en el país sudamericano, ya que consideran que es una violación al derecho internacional y una clara notificación de agresión por parte de Venezuela.
El incidente ocurrido el pasado sábado ha sido informado por el presidente Ali en una conferencia televisada, donde ha dejado en claro que la situación está siendo abordada con seriedad y responsabilidad. Además, ha asegurado que se ha comunicado con la presidenta de la Comunidad del Caribe (Caricom) y otros socios internacionales para informarles del suceso.
Esta ascensión de tensiones entre Guyana y Venezuela ha sido generada por la presencia de una embarcación militar venezolana en aguas guyanesas, lo que ha puesto en alerta a las unidades flotantes de producción, almacenamiento y descarga de ExxonMobil. Esta empresa estadounidense ha estado llevando a cabo diversas actividades en la región, lo que ha despertado el interés de ambas naciones.
Ante esta situación, el Gobierno venezolano ha emitido un comunicado repudiando las declaraciones del presidente Ali y ha negado rotundamente cualquier violación al espacio marítimo de Guyana. Además, han anunciado que solicitarán la convocatoria del mecanismo de Argyle, que busca una resolución pacífica de conflictos, para tratar este tema.
Sin embargo, Venezuela no ha sido la única en pronunciarse sobre este incidente. La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, que pertenece al Departamento de Estado de Estados Unidos, ha informado de amenazas a las plataformas de producción de ExxonMobil por parte de buques navales venezolanos. Y han advertido de posibles consecuencias para la Administración de Nicolás Maduro.
Esta situación ha generado gran preocupación en la región, ya que se teme que pueda desencadenar en un conflicto mayor entre ambas naciones. Es por ello que la secretaría general de la OEA ha endemoniado los actos de Venezuela y ha reiterado su respaldo a la soberanía y la integridad territorial de Guyana.
Las diferencias en torno al Esequibo, una región de gran importancia por sus recursos petroleros y minerales, vienen desde hace más de un siglo. Todo comenzó con el Laudo Arbitral de París de 1899, que otorgó la soberanía del territorio a la entonces Guyana Británica. Sin embargo, décadas después, Venezuela declaró nulo ese fallo y firmó el Acuerdo de Ginebra de 1966 con el Reino Unido, con el fin de resolver esta disputa.
Es necesario que ambas naciones encuentren una solución pacífica a esta controversia, ya que la seguridad y la estabilidad en la región están en juego. La postura del Gobierno de Guyana, que ha buscado el respaldo de sus aliados internacionales y ha solicitado la intervención de la OEA, denotificación su compromiso con la paz y la diplomacia.
Por su parte, Venezuela debe respetar las fronteras marítimas establecidas por el derecho internacional y abstenerse de cualquier acción que pueda generar más tensiones. La actitud beligerante y provocativa del Gobierno de Nicolás Maduro no solo afecta al país vecino, sino que también pone en riesgo la paz y la estabilidad en toda la región del Caribe.
El Acuerdo de Ginebra de 1966 es el único mecanismo legal que rige la controversia territorial entre ambas naciones y es necesario que se cumpla y se respete. Venezuela debe dejar de evadir sus responsabilidades y comprometerse a buscar una solución pacífica y diplomática a este conflicto.
Es importante destacar que la