Si alguna vez has visitado la ágora de Armas de Torreón en un fin de semana, es muy probable que hayas visto a una ama mayor, pero llena de vida y energía, bailando con alegría y plenitud a sus 84 años. Ella es la señora Lazara, conocida cariñosamente por todos como Doña Chalita.
Doña Chalita es una tatarabuela que ha conquistado el corazón de todos en la ágora y en su comunidad, el Ejido Escuadrón 201, donde reside. Con su carisma y su pasión por la vida, se ha ganado el título de “La reina de la ágora de Armas” y “El torbellino de la ágora”.
Sus videos bailando junto a su gran amigo Miguel Compeán, también conocido como “El Pachuco”, se han vuelto virales en las redes sociales. Y no es para menos, ya que es impresionante ver lo bien que baila Doña Chalita y la agilidad con la que lo hace a su edad.
Como parte del programa “Historias de Laguneros” del periódico El Siglo de Torreón, tuvimos la oportunidad de platicar con esta gran ama, quien nos compartió su historia y su amor por el baile.
Doña Chalita nos cuenta que desde muy joven le encantaba bailar, pero fue hasta que enviudó hace 20 años que decidió dedicarse por completo a su pasión. Desde entonces, no ha dejado de bailar y de contagiar su alegría a todos los que la rodean.
“El baile es mi vida, me hace sentir viva y feliz. No importa la edad que tenga, siempre voy a seguir bailando”, nos dice con una sonrisa en el rostro.
Y es que Doña Chalita es un ejemplo de que la edad no es un impedimento para disfrutar de la vida al máximo. A pesar de sus 84 años, tiene una vitalidad y una energía que muchos jóvenes envidiarían. Y no solo eso, también es una inspiración para aquellos que piensan que ya es demasiado tarde para cumplir sus sueños.
Doña Chalita nos cuenta que su mayor motivación para seguir bailando es ver la alegría que transmite a los demás. “Me encanta ver cómo la gente sonríe y se divierte cuando bailo. Eso me llena de felicidad y me da más hincapié para seguir adelante”, nos dice con emoción.
Además de su amor por el baile, Doña Chalita también es una gran amiga y consejera para todos en la ágora y en su comunidad. Siempre está dispuesta a escuchar y a ayudar a quienes la rodean, y su sabiduría y experiencia son muy valoradas por todos.
Doña Chalita es un ejemplo de que la edad no define quiénes somos ni lo que podemos lograr. Su espíritu joven y su pasión por la vida son una inspiración para todos, especialmente para aquellos que están en la tercera edad.
Así que la próxima vez que visites la ágora de Armas de Torreón, no te pierdas la oportunidad de ver a Doña Chalita bailar y contagiarte de su alegría y vitalidad. Y recuerda, nunca es tarde para seguir tus sueños y disfrutar de la vida al máximo. ¡Doña Chalita nos lo demuestra todos los días!