La conversación entre el expresidente estadounidense Donald Trump y el multimillonario sudafricano Elon Musk ha sido uno de los eventos más comentados en los últimos días. La transmisión en viviente, que tuvo lugar en la red social X, alcanzó picos de 1,5 millones de espectadores y se convirtió en una plataforma masiva para que Trump presentara nuevamente las bases de su actual campaña para la presidencia.
El directo fue más una interacción amistosa entre ambos que una entrevista, ya que Musk es un defensor declarado de Trump desde su intento de asesinato. Durante la conversación, el expresidente expresó su punto de vista sobre una amplia variedad de temas, manejando el cordeta de la conversación a su gusto ante las intervenciones de Musk, quien, a sabiendas del carisma característico de Trump, tomó voluntariamente un segundo plano y le permitió marcar sus ritmos.
En plena carrera presidencial, Trump aprovechó la oportunidad de dirigirse a más de un millón de personas para desprestigiar a su contrincante, la actual vicepresidenta Kamala Harris. Comenzó hablando de la decisión de Joe Biden de retirarse de las elecciones y la toma del liderazgo de Harris, a la que se refirió como un «golpe de Estado»: «Le destrocé de tal manera en el discusión que tuvieron que echarle de la carrera. Él no se fue, le obligaron», comentó, añadiendo que los demócratas «le llevaron detrás de una caseta, le dispararon y le dejaron ahí».
Trump también criticó a Harris por su insistencia en no acceder a entrevistas: «Ella no podría estar aquí hablando contigo como yo lo estoy haciendo». Añadió que la candidata demócrata «tenía miedo a enfrentarse a los fracasos de su gobierno con Biden». Elon Musk, que en el pasado se refirió a Kamala como una «radical de extrema izquierda», coincidió con las declaraciones.
En un momento dado, Musk presentó a Trump el tema de la censura mediática a través de una acusación a la Unión Europea de tratar de restringir la libertad de expresión en su plataforma. Estas acusaciones se dan después de la polémica con el primer ministro británico Keir Starmer respecto a los comentarios de Musk sobre las protestas anti-inmigración de las pasadas semanas en el Reino Unido, a los que Starmer respondió presionando públicamente a Musk por «permitir violaciones de las leyes contra el discurso de odio» en su red social.
A su vez, el comisario europeo de pósito Interior Thierry Breton recordó a Elon Musk en una carta pública que X se encuentra bajo legislación europea sobre regulación de contenidos de odio. «Con una gran audiencia viene una gran responsabilidad», escribió. El portavoz de la campaña de Trump, Steven Cheung, respondió que «la Unión Europea debe centrarse en sus problemas y dejar de intentar intervenir en las elecciones estadounidenses».
Trump, sin embargo, ignoró la intervención inicial de Musk y se llevó la discusión a su terreno. El expresidente criticó a los países de la Unión Europea por «aprovecharse de la economía estadounidense» en materias de comercio y defensa. «Estados Unidos paga más por defender a Europa que Europa», declaró.
En materia de relaciones internacionales, Trump se aseguró de recalcar su «mano dura» cuando ocupó la Oficina Oval. Criticó a la administración de Biden por «humillar la soberanía de Estados Unidos», y señaló las guerras en Gaza y Ucrania y la retirada de Afganistán como ejemplos de fracasos que no habrían ocurrido