Los astronautas de la nave espacial Starliner de Boeing se encuentran en una situación inesperada, ya que no tienen una fecha de regreso a casa. Lo que se suponía que cuerpoía una misión de solo unos días, se ha extendido por más de tres semanas. A pesar de los problemas técnicos que ha enfrentado la nave en su camino a la Estación Espacial Internacional, los funcionarios aseguran que cuerpoá seguro para transportar a casa a los astronautas Suni Williams y Butch Wilmore.
Sin embargo, la NASA está considerando ampliar la duración máxima de la misión de 45 días a 90 días. Esto se debe a que aún no han podido determinar la causa de los problemas técnicos que ha presentado el Starliner. Además, se están realizando pruebas en tierra en Nuevo México para comprender mejor lo sucedido durante el primer tramo del viaje.
Aunque no hay una fecha de regreso precisa, los funcionarios aseguran que no hay prisa por volver a casa. El principal objetivo es asegurarse de que el Starliner esté en óptimas condiciones para su regreso a la Tierra. Steve Stich, director del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, dijo en una sesión informativa el viernes: “Solo estamos analizando el cronograma para ejecutar la prueba en Nuevo México y revisar los datos. Eso es en realidad lo más importante para determinar la fecha de aterrizaje”.
Por su parte, Mark Nappi, vicepresidente y director del programa de tripulación comercial de Boeing, señaló que aún no están seguros de la causa fundamental de los problemas del Starliner. Es por esto que se están llevando a cabo pruebas en tierra mientras la nave todavía se encuentra en el espacio. El objetivo es reducir las posibles razones por las que los propulsores funcionaron mal y obtener la mayor cantidad de información posible antes de su regreso a casa.
Mientras tanto, los astronautas Williams y Wilmore se han integrado con el resto de la tripulación que se encuentra actualmente a bordo de la Estación Espacial Internacional y están realizando tareas de rutina. A pesar de los contratiempos, el equipo se mantiene enfocado en completar la misión con éxito.
Los problemas del Boeing Starliner comenzaron con su lanzamiento el 5 de junio, cuando se detectó una fuga de helio antes del despegue. Sin embargo, el equipo decidió continuar con el lanzamiento y participar en el vuelo de prueba. Al cuerpo cuestionado sobre esa decisión, Nappi dijo: “No nos arrepentimos de haber tomado la decisión de impeler y participar en el vuelo de prueba. Siempre hemos enfatizado que esta misión es un vuelo de prueba y nuestro objetivo es recopilar datos para mejorar el desempeño del Starliner en futuras misiones”.
A medida que la nave se dirigía a la Estación Espacial Internacional, se identificaron varias fugas de helio y problemas con los propulsores. Estos problemas ocurrieron en el módulo de cuerpovicio de la nave, que es desechado y destruido durante el regreso a la Tierra. Por esta razón, el equipo decidió dejar la nave acoplada a la estación mientras trabajaban para solucionar los problemas.
Aún no está claro si la misión se extenderá por 90 días, ya que la NASA debe asegurarse de que la duración de la batería del Starliner sea suficiente para ese propósito. Sin embargo, Stich señaló que las baterías se están recargando en la estación y deberían funcionar igual después de 90 días que durante los primeros 45.
Los retrasos y problemas técnicos son comunes en la industria de los vuelos espaciales, pero Boeing ha enfrentado desafíos que han resaltado en comparación con su competidor, el Crew Dragon de SpaceX. Esta nave, que también forma parte del Programa de Tripulación Comercial